La formación en entornos inmersivos ofrece varias ventajas, incluyendo:

1- Mayor fidelidad de la reconstrucción de un entorno, lo que sumerge a los usuarios en una falsa realidad, generando una sensación de inmersión.

2- Rompe con los límites de la formación tradicional, permitiendo la interactividad, la visión desde diferentes perspectivas y la exploración, lo que promueve un mayor aprendizaje.

3- A nivel cognitivo, la interacción con el mundo virtual permite motivar y captar la atención del alumno mucho más que con cualquier formación tradicional.

4- La formación basada en realidad extendida ofrece beneficios, como un entorno inmersivo y la naturaleza interactiva ejerciendo una mayor retención en la memoria del alumno.

En resumen, la formación en entornos inmersivos ofrece una forma más efectiva de aprender al crear una experiencia inmersiva y realista que favorece la retención y entendimiento del aprendizaje.